El Poder de la organización. Regla nro 1: No soy una superchica....ommmm

            A comienzo de este año me dispuse a organizar todas mis actividades para tener tiempo para todo! Pasar tiempo con mi familia, hacer saquitos, armar encomiendas, llevar a mi hijo al jardín y sus actividades extra escolares, hacer pilates, salir a caminar, cocinar, salir a comer, ir al cine, mantener mi casa linda y mis plantitas :)

            Se puede decir que desde que abrí las puertas del local, mi mayor inconveniente fue el tiempo. Necesitaba un día de 48 a 50 horas para terminar tooodas las cosas que tenía que hacer. Siempre llegaba agotada y finalmente no rendía el día como me tenía que rendir.

            Cuando despedí el 2015 mi mayor deseo fue poder organizarme, de manera que pudiera tener tiempo para mi familia, para mi local y para mí.

            Debo confesarles que no fue nada sencillo ni lo pude hacer de un día para el otro. Fue un proceso donde me fui acomodando día a día hasta encontrar el equilibrio perfecto entre el trabajo y mi vida familiar.

            Salir de la idea de la típica superchica o mujer pulpo que lo hace tooodo. Sentir que necesitamos ayuda y que no podemos hacer todo solas es el primer paso para acomodar nuestra agenda.

            Mi mayor problema a la hora de organizarme es que soy muy celosa de mi trabajo, me gusta hacerlo todo sola. Es por eso que delegar algunas cosas a terceros esta bueno, ya sea en la casa o en el trabajo (este último algo imposible para mí por el momento :) ).

            Aprender a delegar algunas cosas me permitió acomodarme un poco mejor y darme un respiro. Primero acomodé mis horas laborales. Si alguno de los que lee este blog es emprendedor, sabrá entender que es muuuy difícil tomarlo como un trabajo y darle un límite de horas o de días.

            Acomodando el horario de la elaboración de los saquitos me resultó mucho más sencillo encontrarle el hueco del día para dedicarme 45 minutos y hacerlos rendir yendo a pilates dos veces por semana y el resto de la semana salir a caminar :). Algo altamente recomendable para las personas que trabajamos mucho tiempo sentadas y en la monotonía.

            El nuevo horario de trabajo me permitió evitar correr a la hora de llevar e ir a buscar a mi hijo al jardín. Además de llevarlo a natación y pintura y mientras lo espero, poder disfrutar la lectura de un libro. Algo que jamás habría imaginado el año pasado, en el que ni el diario podía permitirme leer.

            Poco a poco, la organización me fue llevando a estar cada día menos agotada y que mi rendimiento sea distinto. Poder disfrutar de un Domingo con mi familia, salir a la plaza o a cenar y no sentirme culpable de no estar trabajando me hizo sentir magnífica. SABER QUE NO SOY SÓLO UNA EMPRENDEDORA O SÓLO UNA MAMÁ Y ESPOSA. SABER QUE SOY TODAS ESAS COSAS Y QUE TODAS PUEDEN CONVIVIR EN ARMONÍA ME HIZO SENTIR FELIZ Y EN PAZ.

Fotografía: Leonardo Laschera